Temporada de Digueñes











Llega la primavera al sur de chile y en los troncos de los gualles empiezan a aparecer unas pelotitas blancas llamadas digueñes o dihueñes. Pongámonos un poco científicos, los digueñes son hongos, su nombre científico es cyttaria-darwinii, y crecen en primavera en árboles de la familia de los nothofagaceae, que en buen chileno son los raulíes, lengas, robles y coigüe.





Yo como buen santiaguino solo había escuchado rumores y leyendas de hongos que crecen el sur y que muy poca gente conoce, debido a que no se pueden procesar y su vida es muy corta. Bueno, como el año pasado me vine a vivir a Pucón he podido ir aprendiendo de distintos productos que solo crecen en esta zona y que si no me tiro a flojo de nuevo con esto del blog les iré contando de a poco.



Volviendo a los digueñes, el año pasado en septiembre, empiezo a escuchar de los famosos hongos y como a mi jefa le encantan trajeron y los probé de la manera más tradicional, ensalada de digueñes, que también se podría llamar cebiche de digueñes. Básicamente se cortan los hongos, se aliñan con aceite de oliva, cebolla en brunoise, cilantro picado fino, sal, pimienta y jugo de limón.



Hasta aquí todo bien no es cierto, sip, rico rico, lo único es que este famoso y apetecido hongo al cortarlo y aliñarlo suelta una baba fina y transparente, que parece un pegamento. Por eso recomiendan comerse esta ensalada lo antes posible. Después de esta experiencia quedé con algunos sentimientos encontrados con el honguito. Supe que un colega y amigo había tratado de mandar a secarlos a una deshidratadora en chillan y había sido un fracaso.



Este año me tocó ir de jurado a el concurso "el sendero del jabalí" en Panguipulli y parte de la idea del concurso era usar productos nativos en la receta aparte del mentado cerdo salvaje. Dos platos llegaron que contenían digueñes, uno era un rollito primavera relleno de digueñes que estaba de lo mas rico. La otra preparación era una polenta con digueñes y esa la verdad es que no tenía mucha gracia y tenía el efecto baba que le restaba finura, hilachas colgando de tu tenedor solo tienen gracias con son de queso según mi punto de vista.



Ya la semana pasada empecé a ver gente vendiendo digueñes en la salida del supermercado y en el camino, compre dos bolsitas a $1.000 c/u.



Primero ensalada de digueñes, solo para sacar el empacho, rico pero con los contras que ya les conté, así es que me quedé pensando en como evitar el efecto.



Primer paso fue no cortarlos y buscar otras maneras de prepararlos, la primera noche fueron salteados al wok con más verduras, salsa de ostra, soya, jengibre, merquen y ajo. La verdad es que quedaron increíbles, una vez cocidos si toman una textura mas blanda, pero no sueltan el pegote, tienen un sabor muy rico y suave, no es un hongo de sabor muy potente, pero definitivamente le dan un toque muy especial a un salteado.



La segunda y la tercera noche se fueron al ajillo, aceite de oliva, ajo, merquen, vino blanco y mantequilla, la parte del salteado es rápida, después apagar con el vino blanco y dejar cocinar un rato a fuego lento antes de agregar la mantequilla, corregirles la sal y listo......se pasaron.



Por lo que he podido ir averiguando digueñes hay desde como la 7ma región al sur, eso si que no se hasta que tan al sur, son de esos productos que uno no encuentra en los libros de cocina tradicional, sea por desconocimento o por que su duración es corta y son dificiles de conservar, pero creo que ese es su gran valor, son un regalo de la naturaleza, no se repiten en criaeros ni laboratorios, duran poco y hay que aprovecharlos a full, asi es que si andan por la zana y ven gente vendiéndolos en el camino o a la salida del supermercado atrevance a comprar una bolsita .





Comentarios

  1. Me muero por probar las recetas calientes al wok mmmm...
    Espero que hayan en 10 días cuando vaya...

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. Soy Iquiqueña.... cuando llegué a la zona los vi, les saqué fotos y no me atreví a probarlos, soy cobarde, lo asumo. Años mas tarde, me vine a vivir a la zona, asumo que la primera temporada, no me tentaron y cuando me explicaron lo buenos que eran, la temporada había pasado.
    La segunda temporada (ni que fuera programa de tv), los compré y los llevé a casa.... ay que ricoooooooo!!!!!, me gusta comerlos con tomate y palta, asi de simple, es que no soy muy afecta al limón de la zona (sigue mi paladar pegado al sabor del limón de pica), aunque los comí con lechuga y repollo.... los mezclo con ensaladas cias siempre. Hasta que mi hijo, vegetariano y no vegano, llego con la novedad que se podían comer tipo omelett si lo salteaba con pimiento rojo.... ay que ricoooooooo!!!
    También los he salteado al ajillo, los he mezclado con portobellos y shitaques (se escribirá asi?), no es lo máximo, pero se está bien. los hice revueltos con otros hongos y queso para unas empanaditas....
    Y bueno, voy a mi tercera temporada y este fon de semana, al fin, iré a cosechar....
    Si vas a Roma, come como los romanos.... ATREVANSE!!!!

    ResponderEliminar
  4. De niña los probé en ensalada, llegaban al mercado central en Stgo. mi mamita que nació en el sur sabía de ellos. Que daría ahora por probar una vez más esa delicia. Aquí lejos de la patria encuentro muchos de otros tipos muy ricos , pero no de la delicadeza del digueñe

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares