Tiempo

El tiempo es una de las obsesiones mas antiguas del hombre, su paso, como medirlo, el saber o sentir si lo estamos aprovechando o desperdiciando. Infinidad se ha escrito acerca de el, desde las cosas mas honestas y brillantes hasta las mas cursis tipo tarjeta Village.

Esta profesión tiene mucho de demandante. Yo tengo la teoría de que hasta hace unos años la cantidad de gente que estaba dispuesta a tratar las largas y demandantes jornadas de que requieren los restaurantes, hoteles y en general la industria de la hospitalidad iban en proporción a lo que la industria necesitaba. Esto es una cantidad de obsesivos/trabajolicos que estábamos dispuestos, perdonar, no solo dispuestos, si no que felices de trabajar una cantidad de horas escandalosas en pos de alcanzar ese sueño de pertenecer esta casta de cocineros/hoteleros con las cicatrices físicas, mentales y emocionales que esta industria nos dejaba. Era normal encontrar gente que lucía casi con orgullo separaciones y quiebres familiares, eran las "medallas" de nuestro oficio. Había un vanagloriarse de ser parte de esta casta de piratas que entraban a trabajar de amanecida y que terminaban ya entrada la noche, aquellos que preferíamos ir a tomar con los compañeros de trabajo tan solo para poder bajar de la adrenalina de un turno movido, cosa que probablemente nos entretiene mas que llegar a acostarnos callados mientras el resto de la casa duerme. Cuántas veces no arreglamos nuestro mundo entre piscola y piscola trasnochada, ahí salían todas las ideas para hacer que la cocina funcionase bien y no como los jefes la tenían, el dicho "el que sabe sabe y el que no es jefe" es lo que resume la actitud del gremio hacia el que tomo responsabilidades.

Siempre se ha sabido que esta industria es una máquina de moler carne, toma gente joven con ambiciones pseudo artísticas, las moldea, abusa y exprime hasta que no queda ningún ideal en ellos, es aquí cuando la gente se sale y trata después de un proceso de des programación como en las sectas de volver a tener horarios normales, vida social y familiar, un contacto normal con la sociedad. los que se quedan tienen dos alternativas, si se da la oportunidad tomar responsabilidades y ser jefe, lo cual no asegura una vida normal, pero en la mayoría de los casos te saca de la fiesta permanente de alcohol y drogas una vez terminado el turno ya que el cuerpo o las responsabilidades ya no te lo permiten. La segunda es seguir en las trincheras hasta que el cuerpo y la mente aguanten, lo que requiere transformarte en un soldado confiable, que llega siempre al turno sin importar cuanto se haya dormido y en que condiciones, estado de salud, condiciones físicas de las extremidades afectadas por cortes, quemaduras, varices, cansancio extremo, entumecimiento entre otras cosas.

Las cocinas y la hotelería son medios esencialmente masculinos, muy machistas y homofobicos, donde si para muchos hombres es difícil aguantar para las mujeres lo es mucho mas, común es el uso de lenguaje casi tipo carcelario, chistes de doble sentido o derechamente sexuales, se trabaja en lugares estrechos y calurosos en donde es común agarrones e insinuaciones. Muchas mujeres las aguantan por un afán de ser parte del grupo, uno mas de los muchachos y se vuelven a veces las mas deslenguadas y rudas.

Hace un tiempo Gordon Ramsey hizo un reportaje que denunciaba el uso de cocaina como una práctica casi habitual en las cocinas, hubo mucho revuelo y se asoció con el excesivo consumo de alcohol y de la alta prevalencia de enfermedades mentales entre el personal de cocina.

Abuso, imagínense cualquier tipo de abuso y este ocurre en las cocinas, verbal, que te griten es parte de la norma, que te insulten lo habitual, psicológico, donde si no trabajas las horas que te imponen te catalogan de flojo, de malo para la pega, donde eres constantemente criticado por tu rapidez, calidad y cantidad de trabajo, sexual, las bromas de doble sentido, el chiste sexual, los agarrones, los encierros en cámaras y bodegas, labras donde se trabajan mínimo 10 horas hasta 14 o 16, con solo un día libre a la semana, donde se presiona para para venir a pesar de estar enfermo o con cortes o quemaduras, no se pagan horas extra y muchas veces el día libre no se respeta.

Pero en el último tiempo los vientos han empezado a cambiar, principalmente en Europa y Estados Unidos, pero como todo en la vida primero pasa allá y después termina llegando por estos lados.

Es mi opinión que así como dije al principio que había una relación entre la gente que era feliz trabajando en hoteles a un ritmo in humano hoy en día con la explosión de restaurantes, hoteles, cruceros, casinos y de la industria de la alimentación en general esta no a ido a la par con la fuerza laboral por lo que esta industria a tenido que redoblar sus esfuerzo para atraer a gente buena a trabajar a un mercado laboral cada vez mas competitivo entre si y con otras industrias. Si a esto le sumamos los cambios de los millenials con respecto al trabajo en donde este es un medio para conseguir sus fines de viajar o vivir una vida mas centrada en ellos mismos, como el

Es cada vez mas común escuchar que grandes y famosos restaurantes empiezan a establecer jornadas de 8 horas, 2 días libres, esto es de ayudantes hasta el chef, se están haciendo intentos para generar ambientes laborales que permitan equilibrar la vida laboral con la familia y tiempo libre, valorando el tener una mayor satisfacción laboral del personal.

En cuanto al tema del acoso sexual la industria no ha sido inmune a la ola del #MeeToo y han habido múltiples denuncias a chefs hombres y mujeres por este tema y que han significado la salida o cambios de funciones de importantes actores de la industria en EEUU.

En cuanto al acoso laboral hasta emblemáticos chef como Gordon Ramsey, famoso por sus insultos, han tenido que moderar sus comentarios y sus actitudes tanto en programas de televisión, redes sociales como en sus lugares de trabajo. Es tanto así que que memes o post antiguos de Ramsey hoy son criticados duramente en redes sociales como una perpetuaciones del estereotipo del chef gritón y abusador.

Es común en nuestro medio en los cocineros de cierta edad criticar mucho a los jóvenes por su supuesta falta de compromiso, de actitud, en su negativa a la horas extra, dobles turnos etc, es común escuchar "los cocineros de ahora ya no son como los de antes". Eso es así, no va a cambiar y no es necesariamente algo malo.

Aquí entramos en el título de este post y tiene que ver con el valor que le asignamos al tiempo personal hoy en día ya no es el mismo que hace unos años atrás. El mundo se amplió y hay mucho de este por ver, por recorrer, por probar, por oler. El tiempo es hoy en día considerado un bien escaso y es valorado de manera más preciada que antes. La incertidumbre acerca de como será nuestra vejez, de como estará el mundo para esos años, una visión mas individualista del ser humanos nos hace preocuparnos mucho mas de nosotros como individuos  y de como enfrentamos la vida que de partirnos el lomo trabajando por un futuro que de todas maneras es incierto.

En términos personales el valor asignado a mi tiempo personal siempre fue poco, era mas importante poder cumplir y estar al estándar de un chef como los que habían sido mis ejemplos, a veces había que estar solo por estar ahí, por que eso es lo que los chef hacemos, estar presentes. Cuando nació mi segunda hija decidí hacer un cambio, tanto por una interés personal como por una necesidad familiar de repartirnos con mi esposa algunas de las tareas de crianza y labores de la casa. Ese tiempo "robado" a mi trabajo y entregado a mi familia hizo posible una conección impresionante con mi hija mayor, el bañarla todos los días, leerle y acompañarla a dormirse hizo que generáramos un lazo que no cambiaría por nada en la vida.

Hoy en día que soy dueño de un Café Bistro no podría decir que tengo mas tiempo que antes, todos sabemos lo demandante que es tener un negocio propio, pero he podido ir haciendo algunos ajustes que me permiten durante gran parte del año llegar a mi casa a compartir un par de horas con mis hijas, preparar comida y ver alguna película o serie con mi esposa. no es perfecto y siempre un negocio de esta naturaleza va a demandar mucho tiempo, pero creo que voy por el camino correcto.

Así es que entiendo perfecto y valoro la actitud de las nuevas generaciones con respecto al uso de su tiempo y de cuanto de ese tiempo están dispuestos a dedicarle al trabajo.



















Comentarios

Entradas populares