The good die young

Se les agradecería primero poner esta cancion y de ahi continuar leyendo

http://www.youtube.com/watch?v=hHhZ26re2Cs

Primero había pensado dedicarle el post anterior a mi chef Roger, ya que si de piratas hablamos él era el Jack Sparrow chileno, simpatico, carismático y un verdadero pastel. Pero empecé a acordarme de cosas vividas con él, historias y la verdad es que me dio nostalgia y cuando manejaba ayer decidí que la verdad quería escribir algo de él.

Fue mi primer jefe y era una contradicción andante, roquero y desordenado, fue baterista de los Morton, una banda de los noventa con una inspiración entre punk y funk, y terminó siendo chef de restaurante, no es que no seamos ni roqueros ni desordenados, al contrario, pero toma tiempo y disciplina ir a trabajar cada día, ganar poca plata, estar de turno sábados y domingos, tener que trabajar para que otros se diviertan y Roger tenía eso, podía llegar echo pedazos a trabajar, pero llegaba, era típico verlo entrar a la cocina, con su uniforme bien planchado y la cara igual de blancas que su chaqueta, ahí ya sabias que te tocaba doble pega, por que Rogerito iba a tomar café y contarte su carrete durante toda la tarde mientras tu tenias que mover el culo a doble velocidad para hacer lo tuyo y lo de él.

Flaco y vanidoso como todo rock star, siempre andaba preocupado de no engordar, comía mucho pescado con espinacas y cosas livianas, le gustaban las poleras apretadas y mostrar sus bíceps de baterista, putito style, había una cierta ambigüedad en el y si le sumamos su sonrisa fácil y que era coqueto como el demonio todo el mundo terminaba haciendo lo que él quería y se salía con la suya todo el rato, la suerte de Roger la llamaba el.

“eres un huevón, apúrate huevón, dale huevón no sirves para nada…” eran algunas de sus frases favoritas para sacarte trote en el medio del servicio cuando estábamos apanados hasta las cachas y las comandas y llegaban y llegaban,

-….apura ese filete te dije huevón

-……

-al microonda 30 segundos y apúrate huevonnnnn

Con el cocinando siempre salíamos bien, tipo once y media se empezada a calmar el servicio y a mi chef Roger le empezaba a dar sed, miradas para el bar, una levantada de ceja y todo fluía, el se iba a comer y tomarse su refrigerio y te dejaba preparándole comida a los garzones y barman con los cuales el tenía sus arreglos, al rato volvía haciéndose el lindo y el simpático para salir de juerga al terminar el turno. Juerga que podía terminar en cualquier parte a cualquier hora y en la que era muy probable que te dijera que tu abrías en vez de él y que llegaría tipo 1 para ayudarte con el almuerzo…gracias jefe cuando salimos de nuevo….lo mejor de todo es que a la noche siguiente estábamos en la misma, saliendo a carretear nuevamente.

En ese restaurante lo pasábamos increíble y en gran parte era por la onda de Roger, siempre con la risa fácil, historias entretenidas y anécdotas de las cuales reírse y cuando llegaba la pega el ordenaba todo, dirigía o se ponía a cocinar y todo salía bien.

De la euforia a la depresión…un día todo era increíble y al siguiente el negro invadía todo, huevón bipolar te dirían hoy, no se si lo era en verdad o no, pero de que sufría, sufría mucho, su hija Simona era su adoración y cuando las cosas no andaban bien con su mama y no podía verla todo se iba a la mierda.

Acostumbrado a ser monedita de oro en el Hyatt, regalón de la Paty y del chef Robert cuando las cosas no se dieron como el pensaba que serían se deprimió y terminó mandando todo a la mierda, se fue a los cruceros y luego a Colorado en estados unidos donde inesperadamente murió atropellado por una barredora de nieve, asi no mas.