Nada más rico que mi Crème Brûlée

Hay algo mágico en un Crème Brûlée, es de esas cosas que todos hacen, pero que a pocos les queda realmente bien, requiere ser aplicado y hacer las cosas bien, en teoría es simple, pero como todo lo simple hay mil maneras de echarlo a perder, hacer algo incorrecto por aquí o por allá, este postre es un poco veleidoso, mañoso si quieren llamarlo, aunque nunca se lo digan o se les va enojar y ufff!!!!!!!!!!

Me encanta darle unos golpecitos suaves hasta que el azúcar caramelizado cede, rompiéndose solo un poco, dejando el espacio para meter la punta de la cuchara y sacar un poco de la crema, sentir la combinación del azúcar crujiente con lo suave del postre, sonreír y no parar hasta que se acabe!!!!!!!!!!!!

Para 12 porciones

1.2lt de crema
1 vaina de vainilla abierta a la mitad
225gr de azúcar
285gr de yemas batidas

Preparación

1. Combinar la crema con la vainilla y la mitad del azúcar. Llevar a ebullición

2. Combinar las yemas con el azúcar restante

3. Temperar las yemas con la mezcla de crema caliente, primero agregue un poco de crema a las yemas para que tomen temperatura y no se corten al agregarlas a la crema caliente. Agregue las yemas y cocine sin dejar de revolver hasta que la mezcla cubra la parte de atrás de la cuchara. Pasar por un colador para retirar la vainilla y cualquier impureza de los huevos.

4. Llenar los pocillos dejando 1cm de borde y poner en un baño maría

5. Cocinar en el horno a 165ºC hasta que estén apenas cuajados, aproximadamente 45 minutos, retirar del baño maría, limpiar los pocillos y refrigerar durante la noche.

6. Cubrir cada pocillo con azúcar y caramelizar con un soplete.

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