Cocinar

¿Cuando aprendí a cocinar?

No se. Creo que siempre supe cocinar. Obviamente a los 7 años no sabia hacer un filete a punto o una bechamel, pero sabía hacerme unos sandwiches de alluya con mantequilla, lechuga, tomate, sal y pimienta, también sabia hacer bolitas de manjar con galleta y coco.

Ya de mas grande a veces cocinaba con mi papa, me acuerdo patente de un chop suey, de unos filetes con salsa de champiñones y de hacer huevos revueltos y ponerles mantequilla en vez de aceite. Tengo esos recuerdos y en mayor o menor medida yo cocinaba.

Después en mi época de scout siempre cocine, ahí Rodrigo me enseño una de las lecciones básicas para un cocinero, los tallarines se revuelven, el arroz no. Aparentemente obvio, pero creanme que he visto gente realmente masacrar un plato de comida y por muy básico que les parezca siempre recuerden, los tallarines se revuelven, el arroz no.

Cuando mis padres se separan yo empiezo a salir todos los días con mi papa, y el 90% de las veces trinábamos o en un salón de te o un restaurante comiendo. Es como que no tuve opción, la comida siempre me rodeó.

Una vez que ya tengo como 15 o 16 ya me lanzo con la comida, se hacer fondues, panqueques, french toast, unas pailas de huevo con todo lo que había en el refrigerador, pino pa pastel de choclo, unas omellettes medias truchas pero siempre a punto. A esta edad me di cuenta de que si veía una receta en la tele la podía hacer en mi casa.

Es aquí donde entra en la película Ljubo, para los que no saben el era mi abuelo paterno, no es el momento para explayarme mucho sobre el, pero el necesita un par de posts completos para explicar como influyo el en mi vida.

Ljubo era la persona mas sofisticada culinariamente hablando que yo conocía, solíamos ir al las tiendas de delicattesen y comprabamos patés, caviar, mariscos en lata, salmón de alaska, chocolates finos, pimienta, mermeladas, te y una pila de cosas.

Lo otro que hacíamos era ir al Jumbo cada cierto rato y vitrinear las cosas importadas, acuerdense que eran los ochenta, no la mejor época de chile, así es que tampoco había mucho disponible. No se como, pero Ljubo sabia que jamón comprar, que queso era el bueno y cual no. Lo raro de todo esto es que mi abuelo no salió de chile hasta el año 79, a los 66 años de edad, fue profesor toda su vida y vivió en un país sub desarrollado. La comida era su lado sibarita, el resto era puro intelecto, podía leer en 4 o 5 idiomas y hablar al menos 3.

Al salir del colegio entré a estudiar derecho, la verdad es que nunca me gustó mucho, yo creo que esa es la razón por la que no me iba muy bien. Muchas horas de estudio, mucho memorizar y poco razonar. En esas largas horas de estudio siempre pensaba en comida, me acuerdo que en esa época daban en el cable el programa de Arguiñano, el cocinero vazco, y debo reconocer que paraba de estudiar para ver el programa, de ahí partía al Jumbo y compraba todo lo que necesitaba y hacia las recetas, la verdad es que me quedaban bastante bien.

Al final del segundo año de derecho ya las cosas no se veían muy bien, Romano no era mi fuerte. Ahí decidí que iba a congelar la carrera y me iba a inscribir en Cocina, fue una decisión algo inconsciente, sin mucha información, pero con harto corazón, algo me decía que era lo que tenía que hacer. Aproveché que mi papa no estaba en chile y me salí de derecho, la verdad es que creo que si el hubiera estado no lo habría hecho, me hubiera hecho pensar mas las cosas, verlas de otra manera y a lo mejor no habría dado el paso.

Ya llevo 10 años cocinando y para ser honesto si han habido días en que me hubiera gustado pensarlo un poco mejor, pero miro mi vida, donde estoy ahora y lo bien que lo he pasado llegando hasta rarotonga y la verdad es que no me arrepiento para nada y estoy seguro de que gracias a los sartenes voy a vivir momentos buenos malos y mas o menos, pero no los cambiaría por un escritorio y una pega de 9 a 5 por nada.

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